¿Estamos ante una nueva era donde la moda y la gastronomía van de la mano? El retail se adentra en el mundo culinario con cafeterías, restaurantes y pastelerías en sus tiendas, marcando una fusión de gusto y estilo. Una experta nos explica por qué las marcas de moda se adentran en el mundo culinario.
Prada Caffè: la cafetería pop up de Prada en Londres. Fuente: Prada.
El sector de la moda y el retail ha trascendido las pasarelas, las boutiques y las tiendas para adentrarse en un nuevo terreno: la gastronomía. En los últimos años, hemos sido testigos de cómo algunas de las marcas de lujo más prestigiosas del mundo han decidido expandir su imperio abriendo sus propios restaurantes o cafeterías.
Ahora, esta tendencia no es exclusiva de Louis Vuitton, Dior, Prada o Gucci, pues las grandes marcas de moda rápida como Inditex, ya han abierto sus cafeterías en algunas de sus tiendas Zara. Esta fusión entre moda y gastronomía ha dado lugar a un nuevo modelo de negocio con experiencias de compra que también satisfacen los paladares.
De modo que, el número de “paradas técnicas” gastronómicas abiertas por marcas de moda ha crecido en los últimos años. No cabe duda de que es una estrategia de marketing experiencial, por lo que conversamos con Elizabeth Arias, experta en visual merchandising y retail en lujo, para analizar el impacto de esta tendencia.
En Tokio, se pueden degustar hamburguesas marcadas con el logo de Marc Jacobs, y en Puerto Banús, un local de Dolce & Gabbana comparte con Martini un espacio donde se sirven vermuts y croquetas exquisitas. Estas iniciativas forman parte de un auge global que, según la consultora Luxury Insight, ha incrementado en un 229% la apertura de restaurantes y cafeterías de marcas de lujo en el último año.
Además, Fendi, Louis Vuitton y Loewe han sido pioneras en España, combinando gastronomía y retail con pop-ups o incluso clubes de playa. Según Elizabeth, estas casas de moda han encontrado en la gastronomía un medio para "mostrar creatividad e innovación a través de su branding, reforzando la exclusividad y la conexión con su público".
Marcas de lujo como Prada, Armani y Bulgari son pioneras en abrir sus propios restaurantes y cafés a finales del siglo XX. Por ejemplo, Louis Vuitton sirve pasteles y chocolates inspirados en los motivos y estampados icónicos de la casa de moda como chocolates con el monograma ‘LV’ y pasteles con la forma de las flores icónicas de la marca de cuero.
"Estas marcas saben cómo crear experiencias exclusivas que refuerzan su imagen de lujo y el estilo de vida. Al colaborar con chefs renombrados y diseñar espacios destacados, logran aumentar su valor percibido, fomentar la lealtad del cliente y diferenciarse en un mercado competitivo”, afirma Elizabeth.
Las experiencias gastronómicas permiten a las marcas ofrecer a los clientes un lugar donde relajarse, socializar y disfrutar de su oferta, mientras refuerzan la imagen de exclusividad. Elizabeth afirma que las marcas buscan “fomentar la lealtad del cliente creando espacios que fortalezcan su comunidad. Estas experiencias permiten a los clientes vivir la marca de una manera más cercana”.
“Esta tendencia permite a los usuarios sentirse exclusivos al formar parte de esta comunidad y vivir el estilo de vida que las marcas promueven”
¿Esto quiere decir que estamos ante una tendencia que responde a las exigencias de los consumidores? "Definitivamente. El consumidor busca experiencias completas e 'instagrammeables'. La combinación de moda y gastronomía ofrece contenido atractivo y crea un vínculo emocional con la marca." Además, “esta tendencia permite a los usuarios sentirse exclusivos al formar parte de esta comunidad y vivir el estilo de vida que las marcas promueven", concluye la experta en retail de lujo.
En España, Inditex se suma al fenómeno con la apertura de su primera cafetería en una tienda Zara, una apuesta que podría ser el inicio de un modelo de negocio más amplio en el retail. Elizabeth cree que es una estrategia viable para marcas con una gran base de consumidores, como lo demuestra el caso de Ikea. “No solo promueve el branding, sino que ofrece un espacio donde los clientes pueden descansar y hacer sus compras más placenteras”. También añade que se trata de una estrategia a largo plazo, no solo para las marcas de lujo, sino también para otras marcas.
La relación entre moda y gastronomía no es unidireccional. Proyectos como Nude Project también llevan la cultura urbana y gastronómica al diseño de ropa, demostrando que ambas industrias comparten audiencias y valores culturales. Elizabeth explica que “el objetivo principal hoy en día es fomentar una comunidad. Las marcas quieren que los consumidores no solo compren, sino que también vivan experiencias significativas”. Por ello, “cada marca puede proponer conceptos innovadores basándose en el branding que deseen proyectar”.
La fusión de marcas de retail y restauración es una tendencia que se espera que continúe en los próximos años. Los consumidores buscan experiencias cada vez más personalizadas y exclusivas, y la combinación de moda y gastronomía es una propuesta que encaja perfectamente.
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