Entrevistas

La IA debe estar en el back office, no reemplazar al camarero

Xavi Carmona nos habla sobre IA, dark kitchens y por qué la tecnología debe estar en el back office, no en la experiencia con el cliente.

2 minutos

27/3/25

Xavi Carmona, Director de operaciones de Bronze.

La tecnología ha dejado de ser una opción para convertirse en un pilar esencial dentro del mundo de la restauración. En una industria cada vez más exigente, donde la experiencia del cliente debe ser impecable y los márgenes se estrechan, la digitalización se presenta como una aliada imprescindible. Desde la inteligencia artificial hasta la robótica en cocina, el sector está evolucionando, y quienes lideran esta transformación comparten una visión clara: adaptarse con estrategia es tan importante como innovar.

Conversamos con Xavi Carmona, director de operaciones de Bronze, una figura con amplia experiencia en el ecosistema digital de la restauración. Carmona explica su visión como experto en el mundo de las dark kitchens y en el mercado de digitalización de restaurantes.

IA y digitalización de restaurantes: una obligación operativa

Para Carmona, la inteligencia artificial no es una moda, es una herramienta clave para el presente: “la IA hay que estar enterado de lo que es y aprovecharse de ella, antes de que todo el mundo se aproveche o que sea un problema”.

"No tengo ningún tipo de duda que para mejorar las operaciones y el día a día de cualquier negocio la IA es una obligación tenerla, usarla y aprovecharla"

Sin embargo, no se trata de resumir cualquier novedad tecnológica sin criterio. "Hay que identificar bien los problemas que tienes y cómo solucionarlos. Ese sería el primer paso para elegir los softwares adecuados", advierte. En un entorno donde la oferta de soluciones digitales crece sin freno, tener una estrategia clara y operativa es la diferencia entre el éxito y el caos tecnológico.

Dark kitchens: del boom a la estrategia

La experiencia de Carmona en el fenómeno de las dark kitchens ha sido directa y desde dentro. Reconoce que, aunque hubo una euforia inicial, ahora se impone una visión más centrada: "Abrir sin sentido muchas cocinas satélites solo para delivery quizás no tenga mucho sentido. Pero tener dark kitchens estratégicas para explorar mercados, lanzar productos o ahorrar costes, siempre va a tener lógica".

Según él, el delivery es rentable por sí solo, pero combinado con sala, puede convertirse en un modelo aún más sólido. La clave está en el enfoque: entender el mercado, estudiar bien la logística y no perder de vista los costes.

“Se puede abrir una dark kitchen, no hay problema para eso, seguirán existiendo, ya están establecidas. La IA está viviendo ahora lo que vivieron las dark kitchens, la gente tiene que acabar entendiendo para qué sirven”, concluye.

Tecnología sí, pero sin perder la esencia humana

Uno de los puntos más firmes de Carmona es la defensa de la experiencia humana en la atención al cliente. Aunque es fiel defensor del uso de la tecnología y la robótica, insiste en su papel en el back office más que en la sala: "Me gusta más un robot en la cocina que sirviendo mesas. Me gusta más una IA en el apoyo de las operaciones que en la relación con el cliente".

La tecnología debe estar al servicio del personal, no al frente de la experiencia. Para él, la verdadera propuesta de valor está en liberar al equipo de tareas repetitivas o logísticas, para que puedan centrarse en lo que importa: el cliente.

"No necesitamos que el camarero vaya dando volteretas a tomar notas. Que esté relajado, con una sonrisa, porque el resto del negocio lo está resolviendo la tecnología".

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La gastronomía española rinde homenaje a una de sus tapas más icónicas: la croqueta. En el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra cada 16 de enero, esta delicia recibe toda la atención que merece. Aprovechando la ocasión, nos hemos dado a la difícil tarea de crear esta guía para descubrir dónde comer las mejores croquetas en España.

Hablar de croquetas es adentrarse en un mundo de creatividad infinita. Desde las clásicas de jamón hasta las más atrevidas de bacalao, rabo de toro o queso azul, cada una tiene su propio carácter. Y si nos fijamos en el rebozado, encontramos opciones para todos los gustos: desde el tradicional pan rallado hasta versiones innovadoras con panko o maíz tostado. 

Sin embargo, todas comparten algo en común: una bechamel perfectamente cocinada, sin grumos y con el punto exacto de melosidad, acompañada de una fritura que logre ese crujido característico que da sentido a su nombre, derivado del verbo francés croquer.

Croquetas Michelin

El bocado delicioso de un plato tradicional, elevado a la categoría de alta gastronomía, es lo que ofrecen los restaurantes más destacados de la guía Michelin. En sus propuestas, las croquetas dejan de ser una simple tapa para convertirse en una experiencia culinaria inolvidable.

¿Los más sonados? En Asturias, nombres como Casa Marcial (3 estrellas) y Casa Gerardo (1 estrella) se encuentran a la vanguardia. En El Corral del Indianu (1 estrella) y Regueiro (Tox), sus croquetas también se han ganado un lugar privilegiado en el panorama gastronómico nacional. La delicadeza de sus elaboraciones y la calidad de sus ingredientes hacen que cada bocado sea pura magia.

En otras partes de España, destacan las croquetas de jamón ibérico en Solana (1 estrella) y las de Trivio en Cuenca, donde la chacina estrella se convierte en arte. Para quienes buscan originalidad, las croquetas de tres carnes en Tatau Bistro (1 estrella) o las de pollo asado en Canalla Bistro (Valencia) son opciones imprescindibles. También merece una mención especial la versión de cocido de la abuela Manuela que se sirve en Tapas 3.0 (Salamanca), una auténtica oda a la tradición familiar, destaca la Guía Michelin.

Barcelona no se queda atrás. Lugares como Freixa Tradició y Vivanda (ambos reconocidos con un Bib Gourmand), junto con Mont Bar y Bardeni-Caldeni, presentan croquetas irresistibles, con propuestas donde la carne toma un protagonismo especial.

Por último, no podemos olvidar las emblemáticas croquetas de Echaurren (La Rioja), elaboradas siguiendo la receta de Marisa Sánchez, Premio Nacional de Gastronomía en 1987 y madre del chef dos estrellas Michelin, Francis Paniego. Estas croquetas han trascendido fronteras y son consideradas un icono en la alta cocina española.

Croqueta del Echaurren. Cortesía Guía Michelin.

Las de jamón

Si hay una croqueta que conquista paladares de norte a sur, es la de jamón. Su popularidad es indiscutible, tanto entre los comensales como en los concursos culinarios que buscan coronar a la mejor de España.

En Toledo, Iván Cerdeño ha marcado un antes y un después en la elaboración de croquetas. Su influencia es tal que varios de los ganadores recientes del Campeonato de Croquetas de Jamón son discípulos suyos. No lejos de ahí, las croquetas de jamón ibérico de José Manuel Gallego, también en Toledo, destacan por su calidad y ejecución, al punto de ser consideradas dignas de concurso. Cañitas Maite, otro representante toledano, se lleva el prestigioso título de Mejor Croqueta de Jamón Joselito en el concurso de Madrid Fusión 2021.

Más al sur, en Albacete, Ababol brilló con su croqueta elaborada con Jamón 5Jotas, conquistando el título de Mejor Croqueta de España en 2023.

En Asturias, las croquetas de jamón de Casa Belarmino han mantenido su fama a lo largo de los años. Finalistas en Madrid Fusión 2020, son un ejemplo de tradición y excelencia que sigue enamorando a quienes las prueban.

El restaurante Quinqué de Madrid se alzó como campeón de la Mejor Croqueta de Jamón de España en 2024. Entre los finalistas de ese año están el restaurante Pandora (Avilés), Flama (Valencia), La Barra de la Tasquería (Madrid), Santabar (Alicante), Jardín de los Duques (Madrid) y Jorge Lozano del restaurante Portal del Lino (Salamanca). Cada uno de ellos destaca por esta icónica tapa.

El norte destaca con las mejores croquetas

Cuando se trata de croquetas, el norte de España se posiciona como una auténtica cuna de excelencia. En Asturias y Burgos, los chefs han logrado crear versiones únicas que combinan tradición, innovación y una técnica impecable, elevando esta tapa a niveles inigualables.

En Oviedo, Pedro Martino, del restaurante Naguar, ha ganado reconocimiento por sus croquetas excepcionales. En Regueiro (Asturias), las croquetas han alcanzado el estatus de leyenda y han obtenido el premio a la Mejor Croqueta del Mundo en 2015, un reconocimiento que reafirma la maestría de su cocina. Otro imprescindible asturiano es Casa Gerardo, cuyas croquetas de compango de fabada se han convertido en una referencia indiscutible.

En Burgos, Cobo Estratos sorprende con su ‘Croqueta de leche fresca de vaca e ibérico’. Este restaurante combina la pureza de la leche local con la intensidad del jamón ibérico, logrando un equilibrio sublime que convierte cada bocado en una experiencia inolvidable.

Las croquetas de Madrid

Madrid, con su vibrante escena gastronómica, se posiciona como uno de los epicentros de las mejores croquetas de España. La capital ofrece desde las más tradicionales hasta las creaciones más innovadoras, conquistando a locales y turistas por igual.

El restaurante Tres por Cuatro ha destacado como finalista en el campeonato a la Mejor Croqueta de Jamón 2024, consolidándose como un referente en la escena croquetera madrileña. Otra de las grandes favoritas son las croquetas de Arzábal, cuya receta incorpora leche de oveja para intensificar su sabor.

En el barrio de Tetuán, Viavélez, una taberna de esencia asturiana dirigida por Paco Ron, deleita con dos variedades excepcionales: jamón y gambas. Por su parte, El Quinto Vino, una taberna castiza de renombre, sorprende con sus emblemáticas “croquetas de Esperanza”, elaboradas con jamón serrano y conocidas por su tamaño generoso y sabor tradicional.

Para los amantes de la creatividad, La Gastroteca de Chema es una parada obligatoria. Este restaurante, dirigido por Chema Soler, reinventa la croqueta con combinaciones únicas como tex mex de pollo, guacamole y jalapeños, pato con foie, o incluso croquetas líquidas de queso con confitura de tomate y olivas negras. Su carta es un paraíso para los croqueteros más atrevidos.

Entre los imprescindibles de Madrid también destacan las propuestas de La Tasquita de Enfrente, Cañadío, y BiBo Madrid, donde el chef Dani García mantiene la esencia de sus recetas originales, con opciones como jamón con polvo seco de tomate o chipirones en su tinta.

El restaurante Santerra también merece mención especial, cuyas croquetas de jamón ibérico se han alzado como las Mejores Croquetas del Mundo en Madrid Fusión 2018. Y si lo que buscas es historia y autenticidad, la taberna Casa Julio no decepciona. Su carta incluye opciones únicas como espinacas con pasas y gorgonzola, morcilla con membrillo, setas con puerros, queso azul, y muchas más.

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