El legado de los Roca sigue evolucionando: Joan Roca y su hijo Marc hablan sobre el futuro de la alta gastronomía y el relevo generacional.
Joan Roca y su hijo Marc en HIP Horeca Profesional Expo.
Cuando se habla de gastronomía de excelencia, es imposible no mencionar El Celler de Can Roca. Fundado en 1986 por los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca, este restaurante ha trascendido las fronteras de la cocina tradicional para convertirse en un referente global. Con tres estrellas Michelin y el reconocimiento de haber sido nombrado el mejor restaurante del mundo en varias ocasiones, su impacto en la alta cocina es innegable.
Cada uno de los hermanos Roca ha desempeñado un papel clave en esta travesía culinaria: Joan como chef, Josep como sumiller y Jordi como maestro pastelero. Juntos han revolucionado la gastronomía con su enfoque basado en la creatividad, la innovación y el respeto por la tradición.
Pero el tiempo avanza, y con él, la necesidad de un relevo generacional. En la reciente HIP Horeca Profesional Expo, Joan Roca y su hijo Marc han compartido su visión sobre el futuro del negocio familiar y el impacto de la nueva generación en la cocina de vanguardia.
Marc y Martín Roca, hijos de Joan, han decidido seguir los pasos de su padre y sus tíos en el mundo de la gastronomía. A pesar de haber explorado otros caminos académicos, ambos encontraron en la cocina un espacio para su crecimiento personal y profesional.
"Tenemos la suerte de haber convertido nuestra pasión en nuestra profesión", asegura Joan Roca.
Este relevo generacional no ha sido forzado. Marc Roca enfatiza que en su familia nunca hubo una imposición para seguir la tradición culinaria. "¿Obligado? No. Hemos crecido con la inspiración y el ejemplo, pero la decisión siempre fue nuestra", explica Marc.
Sin embargo, ser parte de una dinastía gastronómica como la de los Roca no está exenta de presión. Marc reconoce que la "mochila" de responsabilidad es grande, pero también una fuente de motivación para innovar y seguir evolucionando.
La familia Roca siempre ha destacado por su espíritu inconformista y su búsqueda constante de nuevas experiencias. En su intervención en HIP Horeca Profesional Expo, Joan y Marc han hablado sobre un ambicioso proyecto de realidad aumentada que llevan desarrollando por más de un año. "No es un proyecto instagrameable, sino una experiencia multisensorial que redefine la forma en que entendemos la gastronomía", explica Joan Roca.
La creatividad es el eje central de su cocina, y tanto Joan como Marc coinciden en que la mejor forma de innovar es divirtiéndose y sintiéndose bien. "Ser cocinero hoy en día es un lujo. Hacemos feliz a la gente", dice Marc.
Una de las diferencias clave entre la generación de Joan Roca y la de su hijo Marc es la forma en que perciben el equilibrio entre la vida profesional y personal. Para los nuevos chefs, la sostenibilidad no solo debe aplicarse a los ingredientes y a la gestión de residuos, sino también al bienestar de los trabajadores.
"Las nuevas generaciones lo tenemos muy inculcado y es momento de darles voz", enfatiza Marc Roca.
Joan, por su parte, lanza un mensaje claro a los jóvenes que sueñan con dedicarse a la cocina: "Ya no se trata de sacrificios, sino de esfuerzo. Es posible dedicarse a la gastronomía y tener una vida más allá del restaurante".
También hace un llamado a reflexionar sobre el modelo de éxito en la hostelería, señalando que no es imprescindible tener un restaurante con estrella Michelin para ser un gran profesional.
"Ser empresario es muy difícil en este sector, pero puedes crecer mucho y tener prestigio sin necesidad de tener tu propio negocio".
El liderazgo dentro de El Celler de Can Roca ha sido clave para su éxito. Joan destaca que la clave ha sido siempre el equilibrio entre los hermanos, aprovechando sus diferencias para complementarse. "Lo bueno de ser hermanos es que somos muy diferentes y nos complementamos. Nos une un inconformismo y unas ganas de hacer algo nuevo y distinto".
La transición hacia la tercera generación de los Roca no se está dejando al azar. Joan y sus hermanos han trabajado en la profesionalización de la gestión empresarial, asegurándose de que la estructura organizativa permita una sucesión ordenada y sostenible.
"No es fácil mantener esto, pero queremos dejar un ecosistema sólido con varios sistemas complementarios", concluye Joan.
El Celler de Can Roca no es solo un restaurante, sino un ecosistema culinario que ha sabido adaptarse y evolucionar con el tiempo. La llegada de la tercera generación garantiza la continuidad del legado y una nueva etapa de innovación y crecimiento.
Marc y Martín Roca están listos para llevar la tradición familiar a nuevas alturas, respetando la esencia del Celler pero añadiendo su propia visión. La historia de los Roca sigue escribiéndose, y el mundo de la gastronomía está atento a lo que vendr
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