Tecnología

¿Hacia dónde va el futuro del kiosco inteligente en restaurantes?

Pedir comida con unos toques en una pantalla es cada vez más común, ¿los restaurantes deben considerar invertir en esta tecnología a largo plazo?

3 minutos

15/2/25

Hoy en día, ir a un McDonald's u otro restaurante de comida rápida significa interactuar con enormes pantallas táctiles para hacer un pedido, pagar y recogerlo sin necesidad de interactuar con los empleados. Esta innovación, adoptada con éxito por grandes franquicias, se ha expandido a restaurantes más pequeños en España, como Honest Greens, locales asiáticos e incluso nuevos conceptos gastronómicos diseñados desde el inicio con un enfoque digital e interactivo. ¿Estamos presenciando el comienzo de una nueva era en la forma de consumir en restaurantes?

La evolución tecnológica en la restauración no se detiene. La inteligencia artificial, la realidad aumentada y la automatización continúan transformando la experiencia del cliente, ofreciendo pedidos más rápidos, precisos y personalizados. Por lo que, los kioscos inteligentes juegan un papel decisivo en la inversión tecnológica de restaurantes en un futuro a medio y largo plazo

¿Qué es un kiosco inteligente?

Un kiosco inteligente o de autopedido es una pantalla táctil interactiva que permite a los clientes realizar pedidos de forma autónoma, explorar el menú, personalizar su elección y pagar sin necesidad de contacto directo con el personal. Estos dispositivos están integrados con el sistema POS del restaurante, lo que agiliza el procesamiento de pedidos y mejora la eficiencia operativa. Pueden estar colocados en la entrada del restaurante o en las mesas, pero también hay aquellos que los restaurantes utilizan exclusivamente para pedidos take away.

¿Qué tipo de restaurantes tienen kioscos inteligentes?

Los kioscos de autoservicio han ganado popularidad en cadenas de comida rápida y restaurantes con múltiples ubicaciones, donde la automatización es clave para optimizar las operaciones. Grandes franquicias han integrado esta tecnología para mejorar la experiencia del cliente, reducir los tiempos de espera y aumentar la eficiencia en la toma de pedidos, permitiendo que el personal se enfoque en otras tareas.

Además de la comida rápida, muchos restaurantes asiáticos han incorporado kioscos inteligentes, inspirados en la amplia adopción de estos sistemas en países como Japón o China. En estos establecimientos, los clientes están acostumbrados a realizar sus pedidos de manera autónoma, agilizando el servicio y ofreciendo una experiencia más práctica y moderna.

¿Por qué los kioscos de auto pedido ganan popularidad?

Estas pantallas de autopedido han ganado popularidad porque agilizan el proceso de compra, permitiendo a los clientes pedir comida y bebida sin necesidad de interactuar con un cajero. 

El éxito de estos dispositivos en países como EE. UU., Reino Unido, Canadá y Japón demuestra que su impacto no se limita a una región específica, sino que forma parte de una transformación global en la industria de la restauración. 

Además, su adopción responde a nuevas preferencias de los consumidores, quienes buscan mayor autonomía y comodidad al momento de ordenar. También, en un contexto donde la reducción de costos laborales es un factor clave, muchos restaurantes ven en los kioscos una solución eficiente para optimizar su plantilla sin afectar la calidad del servicio.

Pros y contras de las pantallas de auto pedido en restaurantes

Los kioscos de auto pedido han transformado la dinámica de los restaurantes al reducir la necesidad de empleados en la parte frontal, permitiendo que el personal se enfoque en tareas como la preparación de alimentos y la atención al cliente. La eficiencia, la rapidez y la mayor precisión en los pedidos son algunos de los principales beneficios de esta tecnología.

Sin embargo, la implementación de kioscos también conlleva desafíos. Aunque pueden reducir los costos laborales y mejorar la productividad, su adopción puede afectar a los empleados al disminuir la necesidad de personal en ciertas áreas

Además, los consumidores todavía prefieren y valoran la interacción humana, especialmente para pedidos complejos o personalizados, lo que puede hacer que la experiencia digital no sea ideal para todos. Sin mencionar que ciertos grupos de clientes, como los adultos mayores o aquellos menos habituados al entorno digital, pueden mostrar resistencia a estos sistemas.

Otro aspecto a considerar son los costes iniciales, ya que la inversión en esta tecnología es bastante elevada y la gran parte de los hosteleros no ven un beneficio directo. Más bien, se trata de una inversión que se traduce en ahorro a largo plazo en eficiencia y mano de obra.

¿Merece la pena invertir en un kiosco inteligente?

La inversión en kioscos inteligentes puede representar un desembolso significativo, lo que ha llevado a que, hasta ahora, sean principalmente las grandes cadenas de comida rápida las que han implementado esta tecnología con éxito. Sin embargo, su rentabilidad depende de las necesidades específicas de cada restaurante y de los objetivos que se busquen alcanzar, como la reducción de tiempos de espera, la optimización del servicio y la mejora en la gestión de pedidos.

Los kioscos son especialmente útiles para restaurantes con múltiples ubicaciones, ya que permiten una mayor consistencia en todos los locales, un control centralizado de menús y precios. Además, al automatizar la toma de pedidos, pueden reducir los errores y liberar al personal para que se concentre en otras tareas, como la atención al cliente o la preparación de alimentos.

No obstante, para que la implementación sea exitosa, es clave considerar factores como la inversión inicial en hardware y software, la capacitación del personal y la adaptación de los clientes al nuevo sistema. Para minimizar riesgos, muchas empresas optan por pruebas piloto o implementaciones progresivas, asegurando una transición más fluida y efectiva.

En definitiva, la decisión de invertir en un kiosco inteligente depende del tipo de restaurante, su volumen de clientes y su capacidad de adaptación a nuevas tecnologías. Para algunos negocios, la automatización puede representar una ventaja competitiva significativa, mientras que para otros, la interacción humana segue siendo un factor clave en la experiencia del cliente.

¿Estamos ante un futuro de restaurantes hiper-digitalizados?

Todo apunta a que sí. Según datos de Deliverect, el 91% de los clientes de la Generación Z prefieren restaurantes que ofrecen kioscos de auto pedido. Esto evidencia una fuerte demanda de las nuevas generaciones que, con el tiempo, serán las que marquen la tendencia de consumo. Además, esta plataforma ha estimado que el mercado de kioscos inteligentes crecerá a una tasa anual del 7.1% entre 2023 y 2030, lo que refleja una expansión sostenida de esta tecnología en el sector gastronómico.

Para 2028, se proyecta cerca de 700.000 kioscos en todo el mundo, impulsados por la necesidad de reducir costos laborales y optimizar la experiencia del cliente. En este contexto, la verdadera cuestión para los restaurantes no es si deben adoptar esta tecnología, sino qué tan rápido pueden integrarla en su modelo de negocio. Según explican en Deliverect.

La digitalización de los restaurantes es un proceso imparable. Si bien la interacción humana sigue siendo un valor diferencial en muchos establecimientos, la automatización y la tecnología juega un papel clave en la evolución del sector, ofreciendo una experiencia más ágil y eficiente para los clientes.

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La gastronomía española rinde homenaje a una de sus tapas más icónicas: la croqueta. En el Día Internacional de la Croqueta, que se celebra cada 16 de enero, esta delicia recibe toda la atención que merece. Aprovechando la ocasión, nos hemos dado a la difícil tarea de crear esta guía para descubrir dónde comer las mejores croquetas en España.

Hablar de croquetas es adentrarse en un mundo de creatividad infinita. Desde las clásicas de jamón hasta las más atrevidas de bacalao, rabo de toro o queso azul, cada una tiene su propio carácter. Y si nos fijamos en el rebozado, encontramos opciones para todos los gustos: desde el tradicional pan rallado hasta versiones innovadoras con panko o maíz tostado. 

Sin embargo, todas comparten algo en común: una bechamel perfectamente cocinada, sin grumos y con el punto exacto de melosidad, acompañada de una fritura que logre ese crujido característico que da sentido a su nombre, derivado del verbo francés croquer.

Croquetas Michelin

El bocado delicioso de un plato tradicional, elevado a la categoría de alta gastronomía, es lo que ofrecen los restaurantes más destacados de la guía Michelin. En sus propuestas, las croquetas dejan de ser una simple tapa para convertirse en una experiencia culinaria inolvidable.

¿Los más sonados? En Asturias, nombres como Casa Marcial (3 estrellas) y Casa Gerardo (1 estrella) se encuentran a la vanguardia. En El Corral del Indianu (1 estrella) y Regueiro (Tox), sus croquetas también se han ganado un lugar privilegiado en el panorama gastronómico nacional. La delicadeza de sus elaboraciones y la calidad de sus ingredientes hacen que cada bocado sea pura magia.

En otras partes de España, destacan las croquetas de jamón ibérico en Solana (1 estrella) y las de Trivio en Cuenca, donde la chacina estrella se convierte en arte. Para quienes buscan originalidad, las croquetas de tres carnes en Tatau Bistro (1 estrella) o las de pollo asado en Canalla Bistro (Valencia) son opciones imprescindibles. También merece una mención especial la versión de cocido de la abuela Manuela que se sirve en Tapas 3.0 (Salamanca), una auténtica oda a la tradición familiar, destaca la Guía Michelin.

Barcelona no se queda atrás. Lugares como Freixa Tradició y Vivanda (ambos reconocidos con un Bib Gourmand), junto con Mont Bar y Bardeni-Caldeni, presentan croquetas irresistibles, con propuestas donde la carne toma un protagonismo especial.

Por último, no podemos olvidar las emblemáticas croquetas de Echaurren (La Rioja), elaboradas siguiendo la receta de Marisa Sánchez, Premio Nacional de Gastronomía en 1987 y madre del chef dos estrellas Michelin, Francis Paniego. Estas croquetas han trascendido fronteras y son consideradas un icono en la alta cocina española.

Croqueta del Echaurren. Cortesía Guía Michelin.

Las de jamón

Si hay una croqueta que conquista paladares de norte a sur, es la de jamón. Su popularidad es indiscutible, tanto entre los comensales como en los concursos culinarios que buscan coronar a la mejor de España.

En Toledo, Iván Cerdeño ha marcado un antes y un después en la elaboración de croquetas. Su influencia es tal que varios de los ganadores recientes del Campeonato de Croquetas de Jamón son discípulos suyos. No lejos de ahí, las croquetas de jamón ibérico de José Manuel Gallego, también en Toledo, destacan por su calidad y ejecución, al punto de ser consideradas dignas de concurso. Cañitas Maite, otro representante toledano, se lleva el prestigioso título de Mejor Croqueta de Jamón Joselito en el concurso de Madrid Fusión 2021.

Más al sur, en Albacete, Ababol brilló con su croqueta elaborada con Jamón 5Jotas, conquistando el título de Mejor Croqueta de España en 2023.

En Asturias, las croquetas de jamón de Casa Belarmino han mantenido su fama a lo largo de los años. Finalistas en Madrid Fusión 2020, son un ejemplo de tradición y excelencia que sigue enamorando a quienes las prueban.

El restaurante Quinqué de Madrid se alzó como campeón de la Mejor Croqueta de Jamón de España en 2024. Entre los finalistas de ese año están el restaurante Pandora (Avilés), Flama (Valencia), La Barra de la Tasquería (Madrid), Santabar (Alicante), Jardín de los Duques (Madrid) y Jorge Lozano del restaurante Portal del Lino (Salamanca). Cada uno de ellos destaca por esta icónica tapa.

El norte destaca con las mejores croquetas

Cuando se trata de croquetas, el norte de España se posiciona como una auténtica cuna de excelencia. En Asturias y Burgos, los chefs han logrado crear versiones únicas que combinan tradición, innovación y una técnica impecable, elevando esta tapa a niveles inigualables.

En Oviedo, Pedro Martino, del restaurante Naguar, ha ganado reconocimiento por sus croquetas excepcionales. En Regueiro (Asturias), las croquetas han alcanzado el estatus de leyenda y han obtenido el premio a la Mejor Croqueta del Mundo en 2015, un reconocimiento que reafirma la maestría de su cocina. Otro imprescindible asturiano es Casa Gerardo, cuyas croquetas de compango de fabada se han convertido en una referencia indiscutible.

En Burgos, Cobo Estratos sorprende con su ‘Croqueta de leche fresca de vaca e ibérico’. Este restaurante combina la pureza de la leche local con la intensidad del jamón ibérico, logrando un equilibrio sublime que convierte cada bocado en una experiencia inolvidable.

Las croquetas de Madrid

Madrid, con su vibrante escena gastronómica, se posiciona como uno de los epicentros de las mejores croquetas de España. La capital ofrece desde las más tradicionales hasta las creaciones más innovadoras, conquistando a locales y turistas por igual.

El restaurante Tres por Cuatro ha destacado como finalista en el campeonato a la Mejor Croqueta de Jamón 2024, consolidándose como un referente en la escena croquetera madrileña. Otra de las grandes favoritas son las croquetas de Arzábal, cuya receta incorpora leche de oveja para intensificar su sabor.

En el barrio de Tetuán, Viavélez, una taberna de esencia asturiana dirigida por Paco Ron, deleita con dos variedades excepcionales: jamón y gambas. Por su parte, El Quinto Vino, una taberna castiza de renombre, sorprende con sus emblemáticas “croquetas de Esperanza”, elaboradas con jamón serrano y conocidas por su tamaño generoso y sabor tradicional.

Para los amantes de la creatividad, La Gastroteca de Chema es una parada obligatoria. Este restaurante, dirigido por Chema Soler, reinventa la croqueta con combinaciones únicas como tex mex de pollo, guacamole y jalapeños, pato con foie, o incluso croquetas líquidas de queso con confitura de tomate y olivas negras. Su carta es un paraíso para los croqueteros más atrevidos.

Entre los imprescindibles de Madrid también destacan las propuestas de La Tasquita de Enfrente, Cañadío, y BiBo Madrid, donde el chef Dani García mantiene la esencia de sus recetas originales, con opciones como jamón con polvo seco de tomate o chipirones en su tinta.

El restaurante Santerra también merece mención especial, cuyas croquetas de jamón ibérico se han alzado como las Mejores Croquetas del Mundo en Madrid Fusión 2018. Y si lo que buscas es historia y autenticidad, la taberna Casa Julio no decepciona. Su carta incluye opciones únicas como espinacas con pasas y gorgonzola, morcilla con membrillo, setas con puerros, queso azul, y muchas más.

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