Con tantas normativas que cumplir en hostelería y restauración, es fácil que esta duda quede en el aire. Te aclaramos qué dice la ley acerca de la carta de alérgenos y todo lo que necesitas saber para proteger a los clientes y potenciar la confianza en el negocio.
Obligatoriedad de la carta de alérgenos en restaurantes.
En la actualidad, los restauradores enfrentan una gran cantidad de normativas y exigencias para operar de manera adecuada y ofrecer una experiencia segura a sus clientes. Desde la obligatoriedad de contar con un carnet de manipulación de alimentos hasta la obtención de licencias y la gestión de suplementos por terraza. Cada detalle es regulado para garantizar un servicio de calidad y transparencia.
Sin embargo, muchas veces estas normativas generan confusión tanto para los propietarios como para los clientes, quienes pueden no estar seguros de sus derechos o de lo que pueden esperar al sentarse en un restaurante. ¿Es legal no ofrecer opciones veganas? ¿Qué pasa si no se informa claramente sobre los ingredientes de los platos?
En esta entrada, queremos aclarar una de las grandes interrogantes que surgen en torno a la normativa alimentaria en la hostelería: ¿es obligatorio tener una carta de alérgenos en los restaurantes? Aquí desglosamos lo que dice la ley, cómo se puede cumplir con esta obligación y por qué informar sobre alérgenos no solo es un requisito legal, sino una oportunidad para ganar la confianza de los clientes.
La carta de alérgenos sí es obligatoria en cualquier establecimiento de hostelería en España. La Ley de Información Alimentaria (Alérgenos), se recoge en el Reglamento Europeo 1169/2011 y su desarrollo a nivel nacional se articula a través del Real Decreto 126/2015. Establece que todas las empresas operadoras de colectividades deben informar de los alérgenos que contienen sus platos.
La normativa permite distintas formas de comunicar la información sobre alérgenos: a través de etiquetas, carteles, menús impresos, comunicación verbal o registros electrónicos. Independientemente del método elegido, es esencial que la información sea clara y fácilmente accesible para el cliente. Además, si se opta por comunicar de manera oral, debe existir un registro escrito o electrónico que esté disponible a solicitud del consumidor.
Todos los establecimientos que ofrezcan productos alimenticios, ya sean envasados o sin envasar, como restaurantes, cafeterías, bares, hoteles, supermercados, pastelerías, tiendas de alimentación o comedores colectivos. También están incluidas las empresas dedicadas a la transformación de alimentos, las cuales deben indicar esta información directamente en la etiqueta del producto.
No cumplir con las normativas sobre alérgenos puede acarrear sanciones severas, que oscilan entre los 5.000 y los 600.000 euros. En situaciones graves, las autoridades pueden incluso ordenar el cierre temporal del establecimiento hasta que se subsanen las deficiencias relacionadas con la gestión de alérgenos.
Asimismo, los consumidores tienen derecho a reportar a cualquier establecimiento que no informe adecuadamente sobre alérgenos. Pueden presentar una denuncia ante las autoridades sanitarias locales o autonómicas, quienes supervisan y aplican las sanciones pertinentes.
Es crucial que tanto consumidores como propietarios conozcan sus derechos y obligaciones para proteger la salud pública. La normativa española sobre alérgenos en hostelería desempeña un papel fundamental en la protección de las personas con alergias alimentarias, y los consumidores pueden contribuir a mejorar la seguridad en la industria y exigir el cumplimiento de estos estándares.
Primero que todo, se debe designar a una persona capacitada en seguridad alimentaria que supervise el cumplimiento de las normativas sobre alérgenos. Si el manejo de los alérgenos es encargado a una empresa externa, al menos una persona del restaurante debe actuar como enlace y supervisar el proceso. Además, todo el personal debería recibir formación básica para atender adecuadamente a clientes con alergias o intolerancias y prevenir cualquier riesgo de contaminación cruzada.
Para elaborar un menú e incluir información sobre alérgenos se recomienda seguir estos consejos: