WiFi, comida ‘top’, sostenibilidad y fiesta: el mix perfecto para atraer Millennials a tu restaurante, cafetería o bar.
Si quieres conquistar a un millennial, olvídate del mantel blanco y las normas rígidas del pasado. Esta generación, ha crecido con el sonido de un módem conectándose a Internet y la última actualización de Instagram, no se conforma con cualquier cosa. No basta con servir comida deliciosa; necesitas WiFi más rápido que un rayo, opciones de pago sin contacto y un ambiente tan "instagrameable" que haga que sus amigos envidien cada bocado. ¡Ah!, y que no se te olvide: si algo no les gusta, en cuestión de minutos lo sabrá todo Internet.
Los millennials no solo comen, viven experiencias. Buscan restaurantes donde puedan reservar y pedir su comida con un clic, además de sentirse parte de una causa noble (porque si tu restaurante no recicla o no tiene opciones veganas, prepárate para el unfollow masivo). Son espontáneos, exigentes y adictos a la interacción, así que, si quieres que tu restaurante sea su nuevo spot favorito, más te vale estar listo para adaptarte a su mundo rápido, digital y siempre cambiante.
Hablar de los Millennials es como hablar de una generación que pasó de jugar con el Tamagotchi a vivir pegada al smartphone en cuestión de años. Son los primeros en haber crecido con Internet, computadoras y teléfonos móviles, lo que los convirtió en seres hiperconectados, con pulgares más veloces que la luz y un sexto sentido para detectar WiFi gratis.
Son la generación más educada de la historia, pero también una de las más endeudadas. Porque los préstamos los persiguen más que los anuncios de zapatillas después de buscarlas una vez en Google. Eso sí, valoran el aprendizaje continuo y el desarrollo personal, así que siempre están buscando cursos online, tutoriales de YouTube y podcasts que les enseñen desde inversión en criptomonedas hasta cómo hacer pan de masa madre. Prefieren experiencias sobre posesiones materiales, como viajes o festivales.
Cada Millennial tiene una playlist en su cabeza llena de hits icónicos. Desde Baby One More Time de Britney Spears hasta Gasolina de Daddy Yankee. Para ellos, cada época tiene su himno: Coldplay les hizo sentir melancólicos, Eminem los motivó a seguir sus sueños (o al menos a rapear en el espejo), y Daft Punk los transportó a una fiesta electrónica en su imaginación. Su gusto musical es tan variado que lo mismo pueden cantar un temazo de Beyoncé que saltar con un clásico indie de The Killers.
Los Millennials también han vivido eventos históricos que marcaron sus vidas. El atentado del 11 de septiembre de 2001 les ha enseñado que el mundo puede cambiar en un instante, y la crisis financiera de 2008 ha dejado claro que los trabajos fijos y las casas propias no serían tan fáciles de conseguir. Como respuesta, esta generación ha abrazado nuevas formas de empleo: freelancing, emprendimientos y economía colaborativa..
También han estado al frente de movimientos sociales y culturales: desde el activismo LGBTQ+ hasta el auge de las redes sociales como herramientas de cambio. Con campañas como MeToo y Black Lives Matter, buscan generar impacto.
Son una generación crítica, informada y lista para llamar la atención sobre cualquier injusticia con un simple tweet.
Si algo define a los Millennials es que la estabilidad financiera es casi un mito para ellos. La crisis de 2008 los golpeó fuerte, dejándolos con empleos precarios y salarios que a veces apenas alcanzan para pagar el alquiler. Como consecuencia, muchos han optado por alquilar en lugar de comprar casas, y el concepto de "trabajo de por vida" les suena tan antiguo como un CD de Backstreet Boys. Prefieren la flexibilidad, el emprendimiento y las oportunidades que ofrece la economía digital (sí, hasta OnlyFans entra en la ecuación).
Los Millennials no buscan solo ganar dinero, sino que quieren trabajos con propósito, que se alineen con sus valores y les den calidad de vida. No están dispuestos a sacrificar su bienestar por un empleo, ni sienten la urgencia de casarse o tener hijos a una edad temprana. Son creadores de su propio camino, redefiniendo el éxito según sus propias reglas. Y si pueden monetizar su creatividad en plataformas como YouTube, TikTok o Twitch, mejor todavía.
Los Millennials son nómadas digitales, foodies, activistas y expertos en multitarea. Si quieres conquistarlos, más vale que estés preparado para ofrecerles experiencias auténticas, conexión 24/7 y, por supuesto, un buen café artesanal.
La autenticidad es la clave: prefieren cocinas del mundo, comida sencilla pero bien hecha, y opciones saludables sin caer en lo aburrido. Adiós a los platos de lujo sin alma, hola a las tapas, medias raciones y fusiones creativas que sorprendan.
Un restaurante millennial-friendly necesita tecnología y comodidad: tablets para pedir sin esperar, reservas online sin llamadas incómodas y delivery eficiente porque, a veces, la mejor mesa es el sofá de casa.
Además, si tu local no es "instagrameable", estás en problemas: la iluminación, el diseño y hasta el emplatado deben ser dignos de una buena foto. ¿Quieres más puntos extra? Sostenibilidad, entretenimiento y servicio auténtico. Desde envases ecológicos y apoyo a productores locales hasta eventos temáticos y espacios donde puedan trabajar mientras toman un café. ¿Parking para bicis? Sí, por favor. ¿Menú con opciones veganas y sin gluten? Obvio. ¿DJ o playlist currada? Imprescindible. En resumen, los Millennials buscan un restaurante que alimente el estómago y el alma (también su feed de Instagram).
Para los Millennials, una cafetería puede ser segunda casa, su oficina improvisada y su spot favorito para socializar. Buscan espacios modernos, acogedores y, por supuesto, dignos de las redes, con buena iluminación, rincones cómodos y una estética que grite "quédate aquí toda la tarde".
Pero no basta con que el lugar sea bonito, el café tiene que ser de calidad. Café de especialidad, métodos artesanales como Chemex o Aeropress y opciones innovadoras como matcha o chai lattes son un must. ¿Sostenibilidad? También es clave: envases biodegradables, leches vegetales y apoyo a productores locales suman muchos puntos. Y no olvidemos la conectividad: wifi veloz, enchufes estratégicamente ubicados y cero presión por consumir constantemente.
Para esta generación, prefieren ir a bares con personalidad: speakeasies ocultos, coctelerías de autor, terrazas con vistas impresionantes o bares temáticos con juegos y entretenimiento. No se conforman con un simple trago, buscan creatividad en cada copa: cócteles artesanales con ingredientes frescos, infusiones caseras y presentaciones sorprendentes. Y si no beben alcohol, no hay problema, los mocktails y cervezas sin alcohol también están en su radar.
Esta generación ama la fiesta, así que si el bar se transforma en discoteca cuando cae la medianoche, es un acierto total para retenerlos hasta el amanecer.
El ambiente es clave: luces tenues, buena música (DJ, música en vivo o playlists cuidadas) y espacios cómodos para socializar. Y como todo en su vida es compartible, si el bar tiene spots instagrameables, se asegura una buena publicidad gratuita en redes.
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